sábado, 3 de junio de 2017

Ciprian Porumbescu – la música del alma rumano

    Foto: YouTube.com

Ha habido y sigue habiendo junto a nosotros personas que han conseguido y consiguen atrapar los sonidos de forma particular traduciéndolos para que nosotros los podamos entender, personas que, como estrellas fugaces, bajan a la Tierra deleitándonos con música filtrada mediante sus almas, una música celestial, la música de las estrellas, del Universo, de la naturaleza, de los sentimientos, de la vida y de la muerte.
Estos ángeles de la música simplemente aparecen, nos embellecen la vida, volviendo después al lugar del que vinieron, dejando tras de sí ecos arrancados del océano infinito de los sonidos, ecos inolvidables, inmortales como el tiempo, en el tiempo.

La música, como el amor, no tiene edad.
Joven y desafortunado, Ciprian Porumbescu, nacido como Ciprian Gołębiowski el 14 de octubre de 1853 en Șipotele Sucevei, Imperio Austríaco, y fallecido el 6 de junio de 1883, Stupca (Áustria-Hungría), fue un compositor rumano que ha dado al mundo la música del rumanismo puro, del añoro, de esos matices que mediante la pintura no pueden ser representados, escritos o esculpidos si no solo cantados, oídos, recogidos en un pentagrama con notas musicales, así como juntas en un corral los caballos inquietos, tan libres en su salvajada.
Siendo muy pobre, Ciprian Porumbescu comenzó a estudiar música en Rumanía en Suceava y Cernăuți, donde es director de orquesta del coro Societății Culturale „Arboroasa”.
En el año 1871, en el aniversario de los 400 años desde la construcción de Mănăstirea Putna – Rumanía, en celebraciones, junto al gran poeta rumano Mihai Eminescu y a otros personajes de la literatura rumana de esa época, participa también el joven Ciprian Porumbescu, sorprendeindo a todos con el esplendor de su violín.
Obteniendo una beca continúa sus estudios en “Konservatorium fur Musik” en Viena, donde es director de orquesta del coro Societății Studențești „România Jună”- Aquí sacaría, en el año 1880, la colección de veinte cantos corales y canciones al unísono, juntadas en „Colecțiune de cântece sociale pentru studenții români”, siendo esta colección la primera obra de este tipo de la cultura rumana. Entre estas canciones se encuentra también el célebre “Gaudeamus Igitur”.
El joven compositor se alegra ahora plenamente de la etapa más bonita de su vida. El 11 de marzo, 1882 tiene lugar el estreno de su obra “Crai nou” importante también por ser la primera opereta rumana. El evenimento se desarrola en Brașov – Rumanía, en Sala Festivă a Gimnaziului Românesc. Es una obra escrita en dos actos por Ciprian Porumbescu usando el texto de la poesía con el mismo título del poeta rumano Vasile Alecsandri.
Compone la música para el célebre canto patriótico “Pe-al nostru steag e scris Unire”, música que hoy día es utilizada también por Albania, para su himno nacional “Hymni i Flamurit”. Del mismo modo ha escrito también la melodía del antiguo himno de Rumanía “Trei culori”.
Siendo arrestado debido a su actividad política por el Imperio Áustro-Húngaro, la tuberculosis que ya padecía el compositor Ciprian Porumbescu se agrava. Es destacable el hecho de que durante su detención escribió sus mejores obras.
Entre sus obras se cuentan también “Rapsodia română pentru orchestră”, “Serenadă”, “La malurile Prutului”, “Altarul Mănăstirii Putna”, “Inimă de român”, “Odă ostaşilor români” y otros.
Su entera creación musical se cuadra en la esfera de la corriente Romántica manifestando en totalidad sus elementos técnicos y de expresividad de esta corriente. En sus obras, Ciprian Porumbescu acapara temas patrióticos, elementos de expresividad que lo definen como estilo, de una musicalidad aparte, en el cual refleja una serie de experiencias personales, pensamientos e ideas que solo pueden expresarse mediante la música, siendo escuchadas y transmitidas a otras almas.
Ciprian Porumbescu muere muy joven debido a la tuberculosis, a los 29 años en Stupca – Rumanía, su pueblo natal que, en su honor lleva hoy su nombre.
Su obra musical Balada es sin duda la composición más representativa, identificándose con el sentimiento rumano en sí, con el cántico del anhelo, el lamento de las aguas, de las hojas a principio de otoño, la desértica existencia del ser humano, el amor incumplido, todo encontrándose con su continuación obvia en la naturaleza, definiéndose en y mediante la música el entero Universo.

https://youtu.be/ZwwOiSb13AU - Balada, Ciprian Porumbescu, (escena de la película, música)
https://youtu.be/7QWwrMxXmn8 - Balada, Ciprian Porumbescu , música
  
Bibliografía: Internet, YouTube

Liana Mânzat

Periodista, Escritora

Rumanía/España

jueves, 1 de junio de 2017

Letras de Rumanía


“El auténtico valor artístico es siempre duradero, evade la opresión del tiempo.”
-Prof. Ion Dur

Es un gran honor para mí hallarme aquí para hablarles sobre lo que llevo dentro de mí ser, a todas partes, esa semilla que, sembrada en buena tierra, puede también fructificar más allá de las fronteras buenas frutas para alimentar espíritu y corazón, regalando especial alegría a los que aman la cultura, el arte, y desean enriquecer su horizonte conociendo ese lugar que los rumanos llaman “gura de rai” (paraíso) con la gente y sus creaciones.
En Rumanía, el principio y fin del mundo se entrelazan en las creaciones artísticas de los grandes poetas, pintores, escritores, actores, fotógrafos, como también en el arte popular, tradiciones, folklore.

Para una imagen general sobre lo que hablaremos a lo largo del tiempo, recordando a los autores, artistas, sus obras como también el arte anónimo, reflejada y conservada en el folklore, he elegido como presentación unas pocas palabras del conocido y muy apreciado poeta y ensayista rumano, Octavian Paler (– n. 2 de julio de 1926 - m. 7 de mayo de 2007, Rumanía ).

“Hay tiempo

Hay tiempo para todo.
Para dormir, para correr a todas partes,
para lamentar el habernos equivocado y volver a equivocarnos,
para juzgar a otros y absolvernos a nosotros mismos,
hay tiempo para leer y escribir,
para corregir lo que hemos escrito, y lamentar lo que hemos escrito,
hay tiempo para hacer planes y para no llevarlos a cabo,
hay tiempo para ilusionarnos y para revolver en sus cenizas más tarde.
Hay tiempo para ambiciones y enfermedades,
para echar la culpa al destino y a los detalles,
hay tiempo para mirar las nubes, los anuncios o cualquier accidente,
hay tiempo para ahuyentar nuestras preguntas, para retrasar las respuestas,
hay tiempo para destrozar un sueño y reinventarlo,
hay tiempo para hacer amigos, para perderlos,
hay tiempo para recibir lecciones y para olvidarlas después,
hay tiempo para recibir regalos y no entenderlos
Hay tiempo para todo.
No hay tiempo para solo un poco de ternura.
Cuando hay que hacerlo –morimos.

He aprendido que sin importar cómo cortes
cualquier cosa tiene dos caras.
He aprendido que hace falta separarse de los seres queridos con palabras cariñosas,
podría ser la última vez que los ves.
He aprendido que puedes seguir por todavía más tiempo
tras haber dicho que ya no puedes.
He aprendido que, si alguien no te quiere como tú quisieras
no significa que no te quiere con toda su alma.
He aprendido que dos personas pueden mirar la misma cosa
y pueden ver algo totalmente distinto.
He aprendido que sin importar las consecuencias
los que son sinceros con ellos mismos llegan más lejos en la vida.
He aprendido a amar
para poder ser amado.”
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Liana Mânzat
10 abril, 2017
( Traducción en español - Alexandra-Mirela Ion )