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A los 19 años me encontraba en un cruce y, mirando en todas partes, he ido por un camino. ¡Ha sido entonces cuando he elegido! Siempre tengo 19 años cuando debo tomar una decisión y siempre elijo el mismo camino, el más difícil, escondido tras los arbustos espinosos. Es como si lo hiciera yo. Y quizás sea así, he hecho mi propio camino en esta vida, yendo descalza, con los pies ensangrentados, confiando en las buenas intenciones del infierno. Y he pisado platos rotos y entre espinas he llevado mi cruz hasta perder la conciencia. No sé hacia dónde ir, qué hacer, adónde llegar, cómo hacer el siguiente paso.
